Cuando Roald Dahl terminó la escuela secundaria no quiso estudiar en la universidad y estuvo viviendo en África porque consiguió un trabajo para la petrolera Shell. Como le gustaban mucho los aviones, aprendió a pilotar. Se alistó en el ejército durante la 2ª Guerra Mundial. En una misión se quedó sin gasolina en el avión y se estrelló en el desierto. Afortunadamente lo encontraron y se recuperó.
"No hay que olvidar que a comienzos de los años treinta no existían prácticamente las líneas aéreas. África se hallaba a dos semanas de Inglaterra por mar, y para llegar a China había que echar como cosa de cinco semanas. Eran tierras remotas y mágicas, y nadie hacía el viaje hasta allí sólo para pasar unas vacaciones. Se iba para trabajar. En la actualidad puede ir uno a cualquier parte del mundo en pocas horas y no queda ya nada que sea fabuloso. Pero las cosas en 1933 eran muy diferentes.
Durante su último curso escolar solicitó empleo sólo en aquellas empresas que le enviarían al extranjero. Eran la Shell Company (Departamento de Oriente), la Imperial Chemicals (Departamento de Oriente) y una compañía maderera finlandesa cuyo nombre he olvidado.”
Le admitieron en las tres, pero Roald quería entrar sobre todo en la Shell. Tuvo que estar dos años en Londres, donde recibió la formación necesaria para el trabajo que iba a realizar en África.
Cuando estuvo preparado, quisieron enviarle a Egipto, pero él no quiso, y así se lo dijo a su jefe. Pensó que lo iba a despedir, pero, según cuenta, era un hombre muy simpático que le dio otra oportunidad. “Tendrá que aceptar el próximo destino que le ofrezcamos.” Y así es como acabó en Tanganica, la actual Tanzania.
En clase hemos leído dos nuevos capítulos igual de interesantes que el resto. Uno de ellos nos ha narrado qué curiosos eran sus compañeros durante la travesía en el barco, en concreto su compañero de camarote, U.N. Savory, al cual descubrió haciendo algo muy peculiar.
¿Os imaginabais algo así? Podéis escribir vuestro comentario en esta publicación.
El otro capítulo relata una aventura un tanto asombrosa que le ocurrió en África con un majestuoso SIMBA.
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